Señor director:
La paralización de las tronaduras del proyecto “Concesión Ruta 66 – Camino de la Fruta” por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) pone de manifiesto la necesidad urgente de establecer canales de comunicación y soluciones rápidas para mitigar los efectos negativos de una paralización de esta envergadura, ya que su retraso puede generar un impacto significativo en el avance de las obras y en la comunidad local.
La detención en el “Sector 5” o Variante San Juan podría además generar sobrecostos y afectar la conexión con los puertos de Valparaíso y San Antonio, claves para el comercio agro-frutícola, dando ventaja a proyectos como el Puerto de Chancay en Perú.
La permisología, o el proceso de obtención y cumplimiento de permisos ambientales, es un aspecto crítico en la ejecución de proyectos de infraestructura. En el caso del Camino de la Fruta, el proyecto ha estado en tramitación por más de una década, enfrentando múltiples procesos judiciales y modificaciones.
Es esencial que las autoridades no solo se enfoquen en la fiscalización, sino también en proporcionar respuestas rápidas y adecuadas a las solicitudes de permisos y modificaciones. Esto permitirá que los proyectos avancen sin interrupciones y con un menor impacto social y económico.
Socio de GDO Abogados, Óscar Gajardo
