Chile enfrenta un obstáculo que amenaza con retrasar su desarrollo: la burocracia. Hoy, iniciar un proyecto de inversión en el país puede tardar más de diez años debido a un laberinto de permisos y regulaciones que, en vez de ordenar y fiscalizar, muchas veces terminan paralizando
iniciativas clave para la infraestructura, la energía y la economía en general.
Esta situación no solo afecta a las grandes inversiones, sino que también golpea a emprendedores y empresas medianas, que deben sortear un sistema de trámites repetitivos y contradictorios que cuestan tiempo y recursos valiosos. Mientras tanto, la productividad del país lleva más
de dos décadas estancada y la inversión privada encuentra en Chile más barreras que incentivos para desarrollarse.
Ante este escenario, el Gobierno ha impulsado la Ley Marco de Autorizaciones Sectoriales, más conocida como la “Ley de Permisología”, con la promesa de agilizar los procesos
sin perder estándares de fiscalización ni control.
Óscar Gajardo Carreño,
Socio de GDO Abogados
